✔ Actualmente, el Big Data es empleado por gran cantidad de organizaciones públicas como privadas, para analizar, interpretar y predecir comportamientos. Las sociedades actuales generan una cantidad ingente de datos que, si se analizan de forma correcta, pueden generar multitud de beneficios de hecho, no caben dudas respecto de las ventajas que pueden aportar el tratamiento de estos datos masivos en los procesos de toma de decisiones y en la gestión y administración de ciertos recursos. Sin embargo, no se debe olvidar que puede entrañar riesgos para los interesados, titulares de dichos datos y de allí radica la importancia en la protección de datos para garantizar el uso adecuado y lícito de los datos que sean considerados como personales, porque permitan identificar directa o indirectamente a las personas físicas.
En primer lugar, Big Data es un término que describe el gran volumen de datos -estructurados, semiestructurados, no estructurados- y sobre estos datos se realiza la búsqueda y análisis de información, tratándolos de manera que se obtenga una nueva información que genere valor para quien realice dicho tratamiento. De esta forma, se generan nuevos datos que permiten aportan conocimiento acerca de nuevos extremos respecto de los cuales no se tenía inicialmente conocimiento. El fin es convertir el dato en información valiosa que permita tomar decisiones más efectivas y buscar oportunidades de negocios.
El término “Big Data” se refiere a los datos que son tan grandes, rápidos o complejos que es difícil o imposible procesarlos con los métodos tradicionales. El big data trata grandes volúmenes de datos, variados, con alta veracidad, velocidad y aporta gran valor a las organizaciones, ya que permite extraer información de los datos que ya se posee porque han sido generados y guardados por la organización, y da lugar a nuevos datos, lo que aporta conocimiento acerca de nuevos extremos o ámbitos que hasta el momento no se sabía. El objetivo radica en procesarlos rápidamente para extraer información de calidad y generar valor, convertir el dato en información de forma que se facilite la toma de decisiones y la búsqueda de oportunidades de negocio.
La utilización de Big Data produce grandes beneficios para el desarrollo de la actividad económica empresarial permite:
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- Obtener un mayor conocimiento del negocio.
- Conseguir una mejor planificación del negocio.
- Determinar las causas de origen de fallos, problemas y defectos casi en tiempo real.
- Generar cupones en el punto de venta basados en los hábitos de compra del cliente.
- Recalcular portafolios de riesgo completos en minutos.
- Detecte el comportamiento fraudulento antes de que afecte a su organización.
- Obtener una mayor rentabilidad sobre los recursos propios, de forma que se optimicen y se permita estimar los beneficios que se puedan lograr a consecuencia de la actividad económica.
Lo primero que las organizaciones que recurren al Big Data deben tener en cuenta es que la protección de datos personales es un derecho fundamental, reconocido tanto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, el Tratado de Funcionamiento de la UE y la Constitución Española. En consecuencia, se debe cumplir con el RGPD a nivel europeo y de la LOPDGDD a nivel nacional y las organizaciones que recurran al Big Data para mejorar sus procesos de toma de decisiones mediante el análisis e interpretación de datos, deben implementar todas las medidas técnicas y organizativas que garanticen que cumplen con las exigencias y obligaciones de la normativa de protección de datos. Asimismo, cumplir con la ley de protección de datos al usar Big Data no solo debe estar motivado por evitar posibles sanciones, sino que se deben proteger los derechos y libertades de los interesados, obtener el consentimiento e informar sobre el tratamiento de sus datos, aunque en la gran mayoría de los casos el consentimiento se da sin que la información sea clara ni suficiente, aceptando sin revisar políticas de privacidad confusas y extensas.
Una forma que encuentran las organizaciones para minimizar los riesgos es anonimizar o seudonimizar los mismos, aplicando técnicas que permitan disociar los datos de carácter personal. Pero como el propio avance y desarrollo de las tecnologías que hacen posible estas técnicas, también permiten los procesos inversos y puede existir la posibilidad de que la identidad de los interesados quede expuesta, con todos los riesgos que para sus derechos y libertades implica. El fin de anonimizar los datos es eximirse de la regulación en materia de protección de datos y poder utilizar los datos para fines secundarios. En este sentido recomendamos leer el artículo sobre anonimización y seudonimización publicado recientemente.