Últimamente en el mundo de la empresa nos vemos abrumados por los temidos anglicismos, uno de ellos que lleva bastante tiempo rondándonos es el común NDA, es decir, NON DISCLOSURE AGREEMENT, o en castellano Acuerdo de Confidencialidad.
Es bien cierto que esta herramienta está bastante extendida, pero nos parecía importante recordar/destacar la importancia de la firma de este tipo de acuerdos. Este Acuerdo nos permite compartir información de una forma segura no sólo con los empleados si no también con colaboradores, clientes o proveedores. Es cierto que en muchas ocasiones dentro de los contratos de prestación de servicios se encuentran clausulas específicas en esta materia pero también existe como forma separada.
Los NDA pueden ser unilaterales, en los que una de las partes se compromete a no compartir con terceros información, catalogada como confidencial, de la otra, es el caso de los acuerdos firmados con los empleados; o también pueden ser mutuos, en los que, como su nombre indica, ambas partes se comprometen a no compartir la información Confidencial de la contraria, este modelo suele firmarse entre dos empresas que por algún motivo comparten información.
En muchas ocasiones al referirnos en estos términos, da la sensación de que la firma de este tipo de acuerdos sólo afecta a grandes empresas pero la confidencialidad y la protección de nuestra información, la cual es nuestro principal activo, es esencial, sin depender de nuestro tamaño empresarial.