Contrato electrónico: Qué es, ventajas y cómo funciona

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Contrato electrónico|Contratación electrónica: derechos y obligaciones|Contrato electrónico|Contrato electrónico

El contrato electrónico ha transformado la manera en que las personas y empresas celebran acuerdos en la era digital. Estos contratos permiten formalizar acuerdos sin necesidad de presencia física, a través de medios electrónicos como plataformas digitales, correos electrónicos o aplicaciones. La firma electrónica es clave en este tipo de contratos, ya que garantiza la autenticidad y validez del acuerdo.

A pesar de no requerir firmas en papel, los contratos electrónicos tienen la misma validez legal que los tradicionales, siempre que se cumplan con los requisitos legales necesarios para cualquier tipo de contrato. Existen diferentes clases de contratos electrónicos, como los de compraventa, prestación de servicios en línea o suscripción, cada uno adaptado a diversas necesidades comerciales. En este artículo de Grupo Adaptalia, conoceremos qué es un contrato electrónico, sus características principales y las clases de contrato electrónico existente.

Principales características de los contratos electrónicos

Un contrato electrónico es aquel que se celebra y se formaliza por medios electrónicos, en lugar de en papel como los contratos tradicionales. Las características fundamentales de los contratos electrónicos son las mismas, pero se ejecutan de forma remota en lugar de presencial.

Las características de los contratos electrónicos son a su vez los elementos que los diferencian de los contratos tradicionales, y son las siguientes:

  • Lugar de la celebración del contrato: Los contratos electrónicos se celebran a través de medios digitales, como correos electrónicos, plataformas especializadas o aplicaciones de firma electrónica, entre otros. Esta modalidad de contrato ofrece una gran ventaja, ya que elimina la necesidad de que las partes se reúnan físicamente en un mismo lugar. Cada parte puede firmar el acuerdo desde cualquier lugar del planeta, siempre y cuando tenga acceso a un dispositivo electrónico habilitado. Esto permite que los contratos se celebren a distancia, facilitando las transacciones entre personas o empresas que se encuentran en diferentes países o continentes, fomentando con ello la globalización.
  • Método del consentimiento: En los contratos electrónicos, el consentimiento de las partes se expresa de manera diferente al de los contratos tradicionales. En lugar de la firma habitual, se utilizan métodos como las firmas electrónicas para dar el consentimiento.
  • Documento de formalización: A diferencia de los contratos tradicionales, que se formalizan en papel, los contratos electrónicos se crean y almacenan como documentos digitales. El formato más común para estos contratos es el PDF. Garantía de seguridad: los contratos electrónicos usan tecnologías más avanzadas que los contratos tradicionales, como por ejemplo la encriptación y la autenticación de usuarios. Estas herramientas ayudan a garantizar que el documento no haya sido alterado después de ser firmado y que las partes involucradas sean las correctas. Es decir, cuentan con mayor protección de los datos utilizados en los acuerdos entre las diferentes partes.
  • Validez y eficacia: al igual que los contratos tradicionales, un contrato electrónico es perfectamente válido, siempre que cumpla una serie de condiciones. Este punto se desarrollará de forma más detallada en el último apartado del presente artículo

Tipos y clases de contratos electrónicos: Todo lo que debes saber

Hay muchas clases de contrato electrónico. Para distinguirlos y saber identificarlos, lo mejor es dividirlos por categorías en base a distintos criterios, los cuales son:

Objeto del contrato:

Teniendo en cuenta el objeto del contrato que estamos celebrando, podríamos estar ante 2 tipos de contrato electrónico:

  • Contrato de entrega: son aquellos referidos a un producto, el cual puede ser físico o digital.
  • Contrato de prestación: son aquellos referidos a un servicio, que puede ofrecerse de forma física o electrónica.

Forma de manifestación de la voluntad en la celebración del contrato

En base a la forma en que los intervinientes emiten las declaraciones en el momento de celebrar el contrato, podemos hablar de:

  • Contratos electrónicos puros: son aquellos en que la voluntad se manifiesta únicamente por medios digitales, como sería por ejemplo una firma electrónica. A su vez, en esta categoría podemos encontrar los contratos reactivos (aquellos que implican comunicarse por medios digitales, como el sms o el correo electrónico) y los interactivos (aquellos en los que la propia oferta permite aceptar el contrato, como sería aceptar mediante un “click”).
  • Contrato electrónico mixto: son aquellos en los que la voluntad se manifiesta a través de medios electrónicos, y adicionalmente métodos tradicionales, como sería por ejemplo un contrato que tras ser firmado debe imprimirse y mandarse por correo ordinario.

Forma en que se ejecuta el contrato

  • Contrato electrónico directo: es aquel en el que no se requiere ningún tipo de interacción física, ya que todo se celebra en el ámbito digital. Se trata, por ejemplo, de contratos que se realizan para recibir un servicio web, como podría ser subscribirte a una plataforma de streaming.
  • Contrato electrónico indirecto: al contrario que en el caso anterior, este contrato sí requiere algún tipo de intervención física, ya que suelen suponer elementos materiales. Por ejemplo, comprar un billete de avión, o comprar en cualquier comercio online para recibir un producto.

Partes intervinientes

En función de quiénes son las partes que intervienen en el contrato podemos encontrar:

  • Contrato electrónico de consumo: una de las partes que intervienen en el contrato es el destinatario o consumidor final del objeto o servicio.
  • Contrato electrónico mercantil: se caracteriza porque todas las partes que intervienen en el contrato son empresas o profesionales. Este tipo de contrato se desarrolla en mayor profundidad en el punto siguiente.
Contrato electrónico

¿Qué es un contrato electrónico mercantil y cómo funciona?

Como se indicaba anteriormente, un contrato electrónico mercantil es aquel en el que todas las partes que intervienen son empresas o profesionales.

Por ejemplo, estaríamos ante este tipo de contrato electrónico cuando una empresa compra un material necesario para la fabricación de sus productos a un proveedor.

Este tipo de contrato electrónico tiene numerosas ventajas con respecto a los contratos tradicionales, como pueden ser por ejemplo:

  • Mayor rapidez y agilidad: la firma se realiza de forma inmediata, sin necesidad de firmar un documento y posteriormente mandarlo por correo ordinario, con los tiempos de espera que eso supondría.
  • Reducción de costos: se eliminan los gastos asociados a los documentos en papel y los desplazamientos necesarios para una firma tradicional.
  • Mayor accesibilidad: las partes que intervienen no necesitan desplazarse, sino que pueden realizar la firma desde cualquier parte del mundo y en cualquier momento, sin depender de horarios o localización de las otras partes.

Cómo asegurar la validez legal de un contrato electrónico

Los contratos electrónicos son igual de válidos que los contratos tradicionales en papel, siempre y cuando estén basados en el consentimiento y en un claro entendimiento por parte de los intervinientes en su celebración, así como en los demás requisitos necesarios establecidos por la Ley dependiendo del tipo de contrato que se esté celebrando.

Si se cumplen todas las condiciones que se le pedirían a cualquier otro contrato, el contrato electrónico producirá los efectos previstos por el Ordenamiento Jurídico. Es decir, el contrato electrónico es igual de válido que un contrato celebrado en persona en un documento de papel. No es necesario para la validez del contrato que haya previo acuerdo de las partes sobre la utilización de medios electrónicos.

Al contrario, siempre que la Ley exija que el contrato o cualquier información relacionada con el mismo conste por escrito, este requisito se entenderá satisfecho si el contrato o la información se presentan en formato electrónico.

Contrato electrónico

Los contratos electrónicos han revolucionado la forma en que se realizan los acuerdos en el ámbito comercial y legal, ofreciendo ventajas como rapidez, reducción de costos y mayor accesibilidad. Su validez legal, respaldada por las firmas electrónicas, permite que sean igual de válidos que los contratos tradicionales.

Además, la diversidad de tipos de contratos electrónicos, como los de compraventa o servicios en línea, los hace adaptables a las distintas necesidades comerciales. En un mundo cada vez más digital, estos contratos se consolidan como una herramienta esencial para agilizar y asegurar transacciones en cualquier parte del mundo.

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