
Uno de los pilares de la protección del consumidor en España pasa por el derecho que tienen los consumidores a devolver un producto o solicitar un reembolso. En el entorno de consumo actual, donde las compras online han experimentado un auge significativo, entender los derechos y obligaciones que asisten tanto a consumidores como a empresas resulta crucial para garantizar que las transacciones sean justas. Por ello, la legislación española ha venido a establecer un marco normativo que busca equilibrar las relaciones comerciales y proteger a los consumidores de posibles abusos.
A través del siguiente artículo se detallan en qué consisten exactamente los derechos que asisten a los consumidores en materia de devoluciones, así como las obligaciones que deben cumplir las empresas para garantizar dichos derechos.
Ley del Consumidor y Devoluciones

En España la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (LGDCU), aprobada mediante el Real Decreto Legislativo 1/2007, es la norma encargada de regular los derechos de los consumidores, entre los que se incluye la cuestión de las devoluciones. A través de dicha ley, se establecen el conjunto de derechos y obligaciones aplicables tanto a consumidores como a empresas con el objetivo de proteger a los primeros de prácticas comerciales desleales.
El derecho de desistimiento, que es el que da forma a este derecho a realizar devoluciones, permite al consumidor cancelar un contrato de compra sin necesidad de justificar su decisión y sin riesgo a sufrir ninguna clase de penalización dentro de un plazo determinado. Por ejemplo, cuando las compras se realicen a distancia, como pudiera ser el caso de las compras realizadas a través de Internet, ese plazo es de 14 días naturales a partir del momento en el que el consumidor recibe el producto. El plazo podrá ampliarse en aquellos casos en los que la empresa no informa de forma correcta al consumidor sobre el derecho de desistimiento que le asiste.
Sin embargo, este derecho de desistimiento no es absoluto, y la propia ley prevé excepciones al mismo. Por ejemplo, en aquellos casos en los que se trate de productos que se deterioran o caducan de forma rápida o productos personalizados o hechos a medidas, no aplicará lo expuesto de forma previa.
Además, en aquellos casos en los que los productos resulten defectuosos o no se correspondan con las características descritas de forma previa al proceso de compra, el consumidor tiene derecho a la reparación o sustitución del mismo, así como a una reducción del precio del artículo o a la resolución del contrato. Este derecho será de aplicación durante un período de dos años desde que se produce la entrega del producto, y durante los primeros seis meses se presume que el defecto ya existía en el momento de la entrega, excepto cuando la empresa demuestre lo contrario.
Si bien esto ocurre cuando se este ante una transacción a distancia, en las compras presenciales la situación presenta ligeras variaciones. En estos casos, generalmente la obligación de aceptar devoluciones de productos sin defectos suele determinarse en las políticas de la propia tienda, que habrán de ser comunicadas de forma clara al consumidor en el momento de la compra.
Derechos de los consumidores
La Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios establece una serie de derechos a los consumidores. A raíz de estos las empresas están obligadas a informar a los consumidores, de forma clara y comprensible, sobre el derecho de desistimiento, los plazos para ejerceros y los distintos pasos que han de seguir para realizar una devolución. Asimismo, se debe permitir al consumidor ejercer el derecho de desistimiento sin penalización y sin necesidad de tener que justificar su decisión.
Además, y en relación con la entrega de productos, el consumidor tiene derecho a percibir productos conforme a lo anunciado, es decir, que cumplan con las características descritas por el vendedor y que sean aptos para el uso ordinario al que se destinan, debiendo, además, poseer la calidad y presentar las prestaciones que de los mismos se espera. Por ello, en caso de que el producto no sea conforme, el consumidor podrá optar por la reparación o sustitución del bien, la reducción del precio o la resolución del contrato.
En lo que respecta a la solicitud de reembolso, la empresa debe realizar el mismo en un plazo de 14 días naturales desde que el consumidor ejerce su derecho de desistimiento la empresa recibe el producto devuelto. Dicho reembolso, habrá de incluir el precio total del producto, así como los gastos de envío que hubieran sido abonados por el consumidor. Por último, en caso de conflicto en esta materia, el consumidor puede recurrir a mecanismos de resolución de conflictos.
Obligaciones de las empresas
Todo derecho del consumidor trae aparejada una obligación para la empresa. Una de las principales obligaciones pasa por proporcionar a los consumidores información clara y precisa sobre la política de devoluciones de la empresa. Dicha información habrá de estar disponible de forma previa a la realización de la compra, y debe incluir detalles sobre el derecho de desistimiento, los plazos en los que se pueden realizar las devoluciones, así como los procedimientos específicos a seguir. Asimismo, cuando el consumidor ejerce su derecho de desistimiento dentro del plazo establecido de 14 días, la empresa debe aceptar dicha devolución y realizar el reembolso en el periodo establecido.
Por otro lado, en aquellos casos en los que el producto sea defectuoso o no cumpla con lo acordado la empresa debe facilitar al consumidor una solución sin coste adicional. Esto puede incluir la reparación del producto, su sustitución por uno nuevo o una reducción del precio. Dicha obligación se extiende por el periodo de dos años, y las empresas deben otorgar una respuesta rápida y eficiente a las reclamaciones de los consumidores, pudiendo lo contrario dar lugar a sanciones administrativas.
Respecto al reembolso a realizar este debe incluir no solo el precio del producto sino también los gastos de envío que hubieran sido abonados por el consumidor. Solo en aquellos casos en los que lo contrario hubiera sido especificado antes de la compra se podrá obligar al consumidor a abonar dichos gastos. Sin embargo, cuando el producto recibido fuere defectuoso o no se corresponda con lo anunciado, la empresa esta obligada a asumir todos los costes relacionados con la devolución, incluidos los gastos de envío.
Pasos a seguir para realizar una devolución del producto

Ejercer el derecho de desistimiento resulta clave para que el consumidor pueda devolver una compra realizada sin ninguna clase de penalización dentro de los 14 días otorgados por la ley.
Para ejercitar este derecho el primer paso a seguir es informar al vendedor sobre la decisión de desistir el contrato de compra. Conviene realizar esto por escrito, ya sea mediante correo electrónico o a través del formulario de desistimiento que habrá de facilitar la propia empresa. Esta notificación habrá de realizarse en el plazo máximo de 14 días naturales desde que el consumidor recibe el producto.
Una vez comunicado dicho desistimiento el consumidor habrá de devolver el producto en las mismas condiciones en las que le fue entregado, incluyendo el embalaje original. La Ley permite a las empresas exigir al consumidor la asunción de los costes que de esta acción se pudieran derivar, siempre que esto hubiera sido claramente comunicado al consumidor de forma previa a la realización de la compra. Tras la recepción del producto, la empresa tiene la obligación de reembolsar el importe total de la compra, incluyendo los gastos de envío originales. Este reembolso habrá de realizarse utilizando el mismo método de pago que el consumidor empleará para la transacción inicial, salvo que ambas partes acuerden un método diferente.
En conclusión, la protección del consumidor en España viene respaldada por la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, en el cual se establece un marco claro para las devoluciones y el ejercicio del derecho de desistimiento. Este derecho permite a los consumidores devolver productos sin penalización dentro de un plazo de 14 días naturales, proporcionando una herramienta crucial para garantizar compras seguras, especialmente en un entorno de comercio a distancia. Además, la ley asegura que los consumidores estén protegidos frente a productos defectuosos o que no cumplan con lo anunciado, estableciendo obligaciones precisas para las empresas en cuanto a reparaciones, sustituciones y reembolsos.
Para los consumidores, conocer y seguir los pasos adecuados al realizar una devolución o ejercer el derecho de desistimiento es esencial para proteger sus derechos. Esto incluye revisar las políticas de la empresa, comunicarse formalmente con el servicio de atención al cliente, preparar adecuadamente el producto para su devolución y asegurar que se reciba el reembolso en el plazo establecido. Por su parte, las empresas deben cumplir estrictamente con sus obligaciones legales para evitar sanciones y mantener la confianza de sus clientes.
En última instancia, tanto consumidores como empresas se benefician de un entorno de consumo donde los derechos y deberes están claramente definidos y se respetan. Un manejo adecuado de las devoluciones y del derecho de desistimiento no solo protege a los consumidores, sino que también contribuye a una relación comercial más transparente y confiable. Así, la ley no solo actúa como un mecanismo de protección, sino también como una garantía de calidad y equidad en el mercado.



