
Actualmente, la seguridad de nuestras instalaciones es un tema que preocupa a todos, desde las personas físicas en su día a día hasta los distintos tipos de empresas existentes. Los controles de acceso son herramientas imprescindibles para garantizar esta seguridad, ya sea para proteger instalaciones o información confidencial.
Al hablar de controles de acceso, es posible que pensemos, por ejemplo, es cerraduras tradicionales; sin embargo, vivimos en un mundo cada vez más digitalizado, por lo que estas soluciones tradicionales se han vuelto cada vez más complejas, convirtiéndose en sofisticadas soluciones electrónicas que proporcionan niveles superiores de seguridad y eficiencia.
En el presente artículo explicaremos qué es un sistema de control de acceso, cómo funciona, los beneficios que ofrece en términos de seguridad y eficiencia, las soluciones más avanzadas en control de acceso electrónico para empresas, y cómo estas tecnologías pueden transformar las operaciones diarias de una organización.
¿Qué es un sistema de control de acceso y cómo funciona?
Como indicábamos anteriormente, el control de acceso va más allá de las soluciones tradicionales. Actualmente, el control de acceso electrónico es un conjunto de tecnologías y mecanismos mediante los que los usuarios demuestran ser quienes dicen ser antes de acceder a instalaciones o información. De esta manera, se consigue garantizar la seguridad, ya que se está consiguiendo que solo los usuarios autorizados puedan acceder.
Ahora bien, ¿cómo funciona un control de acceso electrónico? Cualquier control de acceso funciona a través de dos fases:
- Fase de autenticación: en esta fase se verifica la identidad de la persona que quiere acceder a instalaciones a través de distintos métodos que explicaremos más adelante (biometría, tarjetas de acceso…).
- Fase de autorización: en esta fase se da o se deniega el acceso a las instalaciones o información en base a si se ha determinado que la persona tiene autorizado o no el acceso.
Por regla general, todo sistema de control de acceso electrónico se compone de los mismos elementos:
- Dispositivos de identificación: por ejemplo, tarjetas, huella dactilar…
- Lectores de acceso: es decir, el aparato que lee nuestra identificación (un lector de tarjetas o de huellas).
- Central de control: es el centro del sistema, donde se encuentran las pautas del control de acceso (quién está autorizado y quién no, por ejemplo).
- Dispositivos de salida: es el mecanismo que actúa en consecuencia de todo lo anterior. Por ejemplo, los mecanismos que abren las puertas una vez que hemos pasado nuestra tarjeta de acceso y el sistema nos ha reconocido como autorizados a acceder.
Los controles de acceso electrónico pueden basarse en distintas medidas, dependiendo de lo que la empresa busque:
- Control de Acceso basado en Roles: es un método muy útil y muy utilizado, que consiste en dar privilegios de acceso en base a los roles dentro de tu empresa.
- Control de Acceso Discrecional: en este caso, es el dueño de los datos quien decide quién tiene acceso y quien no. Es un método muy útil por la flexibilidad que permite.
- El Control de Acceso Obligatorio: este es un sistema en el que un administrador decide quién puede acceder a qué recursos, basándose en niveles de seguridad. Cada información tiene una "etiqueta" que indica cuán sensible es (como "confidencial" o "secreto"), y los usuarios solo pueden acceder a lo que su nivel de permiso les permite.
- Control de Acceso basado en Atributos: este control utiliza atributos como hora, ubicación o circunstancias del usuario para decidir el acceso a los recursos.

Beneficios de implementar un control de accesos en seguridad
Instalar controles de acceso en nuestras instalaciones conlleva múltiples beneficios. Enumeramos a continuación los más importantes:
- Mayor seguridad de las instalaciones: el primer beneficio en que todos pensamos al plantearnos instalar un control de acceso en nuestras instalaciones, es que aumentará la seguridad, al evitarse que entren personas no autorizadas, y puedan acceder a los recursos que tenemos o a nuestra información confidencial. Es decir, usar un control de acceso electrónico ayuda a evitar que suframos robos, vandalismo, filtraciones, entre otros riesgos.
- Gestión de permisos flexible: pensando en la seguridad en el mundo empresarial, puede que no baste con concretar quién puede o no entrar a un edificio o a una sala, por ejemplo. Muchas veces es necesario aumentar el nivel de seguridad. Por ejemplo, podemos necesitar asegurarnos de que el personal de seguridad de un edificio solo tenga acceso a las zonas de acceso restringido mientras dure su jornada laboral, de manera que si intenta acceder fuera de su jornada, el acceso esté bloqueado. Esto no podría lograrse mediante soluciones tradicionales. Con el control de acceso electrónico, sí se puede gestionar quién tiene acceso a qué áreas y en qué horarios.
- Trazabilidad: los sistemas tradicionales de control de acceso no permiten ver quién ha accedido a una zona restringida, y mucho menos con información detallada a tiempo real. Sin embargo, el control de acceso electrónico puede generar registros detallados de quién ha accedido a cada área, cuándo y durante cuánto tiempo.
- Reducción de costos operativos: si bien en un principio instalar un control de acceso electrónico puede parecer un gasto, es importante verlo también como un ahorro, ya que reduce la posibilidad de robos o filtraciones, lo que de por sí puede suponernos una gran pérdida económica.
- Integración con otros sistemas de seguridad: los sistemas de control de acceso suponen un aumento de la seguridad si se unen con otros medios, como el personal físico, cámaras de videovigilancia…
Soluciones de control de acceso electrónico para empresas
Existen diversas soluciones de control de acceso electrónico que pueden adaptarse a las necesidades específicas de cada empresa. Algunas de las más destacadas son:
- Con código PIN: permite acceder mediante un número secreto. Es económico, pero menos seguro.
- Mediante teléfonos móviles: las personas utilizan en este caso sus teléfonos como credencial, aprovechando tecnologías como NFC o Bluetooth.
- Métodos basados en la nube: permite gestionar accesos de manera remota desde cualquier lugar, lo cual es muy práctico para empresas con varias sedes.
- Sistemas híbridos: combinan varias tecnologías para ofrecer mayor seguridad y flexibilidad.
- Controles Biométricos: hacemos mención a esta medida por ser un medio que ofrece un gran nivel de seguridad, ya que utiliza características como huellas dactilares o reconocimiento facial para autenticar a las personas. No obstante, no es un método que se debe usar de forma controlada, y nunca en el ámbito laboral, ya que en base a la normativa española de protección de datos se considera un método muy invasivo, y su uso puede suponer elevadas sanciones.
La elección del sistema dependerá de las necesidades de seguridad, el presupuesto y las características de la empresa.
El control de acceso es una de las herramientas más efectivas para garantizar la seguridad en las empresas y organizaciones. Al implementar un sistema de control de accesos por seguridad, las empresas pueden proteger sus instalaciones, datos y recursos humanos de manera eficiente, al mismo tiempo que mejoran la experiencia de los usuarios y reducen los costos operativos.
El avance hacia el control de acceso electrónico ha permitido soluciones más sofisticadas y seguras, adaptadas a las demandas del entorno actual. Ya sea mediante tarjetas RFID, biometría, teléfonos móviles o sistemas basados en la nube, las opciones disponibles ofrecen una gran flexibilidad y personalización.
Al integrar estos sistemas con otras tecnologías de seguridad, las empresas pueden crear un ecosistema de protección integral que cubra todos los aspectos de la seguridad, desde el acceso a las instalaciones hasta el monitoreo en tiempo real. En definitiva, un buen sistema de control de acceso no solo es crucial para proteger los activos de la empresa, sino que también es un paso hacia la optimización de sus operaciones y recursos.



