Cláusulas de un contrato

Índice de contenidos
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Qué son las cláusulas de un contrato

Los contratos son acuerdos legales que establecen las obligaciones y responsabilidades de cada una de las partes involucradas, constituyendo instrumentos jurídicos esenciales en el desarrollo de las relaciones comerciales y civiles. Dentro de la estructura de un contrato, las cláusulas tienen un papel fundamental, al definir los derechos y las obligaciones de cada una de las partes involucradas.

El presente artículo pretende definir y clasificar los distintos tipos de cláusulas contractuales existentes, así como sus características y relevancia en el ámbito jurídico, prestando especial atención a las cláusulas específicas de los contratos de trabajo como configuradoras de la relación laboral entre las partes.

Cláusulas contractuales

Las cláusulas contractuales son las unidades básicas de contenido que integran un contrato. En ellas, se fundamentan los derechos y deberes de cada uno de los actores involucrados en el contrato. Por tanto, la función principal de dichas cláusulas consiste en regular la relación entre las partes previendo posibles disputas que pudieran derivar en litigios.

En virtud del principio de la autonomía de la voluntad consagrado en el Código Civil cabe regular los negocios jurídicos conforme a los intereses personales de las partes siempre que con ello no se contradigan normas de carácter imperativo. A través de la redacción clara, precisa y completa de las cláusulas, se busca garantizar la seguridad jurídica y la previsibilidad en el desarrollo de la relación contractual.

Los contratos tienen entre las partes fuerza de ley, haciendo el contenido del contrato obligatorio para las partes, ydebiendo regirse la relación entre ambas en virtud de lo en él establecido. Asimismo, dichas cláusulas deben quedar redactadas de forma clara, concisa y precisa a través de un lenguaje sencillo y comprensible para las partes.

En virtud de lo expuesto el único límite en el contenido de una cláusula contractual pasa por incumplir las normas imperativas o prohibitivas. Cuando esto ocurra procede reclamar la nulidad de la cláusula, pudiendo la misma afectar o no al contrato en su conjunto, si bien rige a priori el principio de conservación del contrato.

Asimismo, a estos efectos hemos de diferenciar entre la nulidad de una cláusula y la anulabilidad de esta. La nulidad procede cuando estemos ante un grave incumplimiento del ordenamiento jurídico. Por ejemplo, cuando falten elementos esenciales del contrato o cuando las cláusulas contravengan la legislación imperativa. En estos casos, la cláusula se tendrá por no puesta y su nulidad supone que esta jamás haya producido efectos jurídicos. A estos efectos, la acción para reclamar la nulidad de la cláusula es imprescriptible pudiendo ejercitar la misma cualquier perjudicado.

Por otro lado, la anulabilidad viene regulada en los artículos 1300 y siguientes del Código Civil, suponiendo en este caso un vicio subsanable, debiendo ser subsanable en un plazo de 4 años, y confirmándose los efectos de dicha cláusula de no ejercitarse la anulabilidad en plazo. En este caso, sólo podrán ejercitar dicha anulabilidad los afectados por la cláusula, no pudiéndose iniciar de oficio.

Clasificación de las cláusulas contractuales

Atendiendo a la naturaleza y la relevancia de las distintas cláusulas dentro del contrato cabe clasificar las mismas en tres tipos: cláusulas esenciales, cláusulas naturales y cláusulas accidentales.

Cláusulas esenciales

En primer lugar, nos encontramos con las cláusulas esenciales, es decir, aquellas que se refieren per se al objeto del contrato y sin las cuales el contrato no produciría efecto o de hacerlo sería el contrario al pretendido por las partes. En virtud del artículo 1112 del Código Civil serán cláusulas esenciales las referidas al objeto del contrato, el tipo de relación contractual resultante, el consentimiento, la contraprestación y la causa.

Cláusulas naturales

En segundo lugar, las cláusulas naturales, son aquellas que si bien no están establecidas de forma expresa se deben entender incluidas al ser fuente de las obligaciones contractuales en virtud de la naturaleza del acuerdo y las normas aplicables. Dependiendo la figura contractual en cuestión hay toda una serie de prestaciones propias que se entienden incorporadas pese a no estar mencionadas de forma expresa.

Cláusulas accidentales

Por último, existen las denominadas cláusulas accidentales no necesarias para la validez del contrato ni inherentes al mismo en base a la buena fe contractual. Son cláusulas que las partes introducen en el contrato de forma voluntaria y que añaden elementos específicos al acuerdo, adaptándolo a las necesidades y circunstancias particulares de las partes. El fundamento de dichas cláusulas se encuentra en el artículo 1106 del Código Civil que estipula el principio de libertad contractual. Cláusulas penales o de arbitraje son ejemplos de dichas cláusulas accidentales. (descubre más sobre el artículo 31 bis del Código Penal aquí)

Cláusulas de un contrato de trabajo

clasificación de las cláusulas de contrato

Las cláusulas de un contrato laboral concretan la relación laboral entre empleado y empleador en virtud de las cuales el primero se compromete a prestar una serie de servicios al empleador, mientras que el segundo le otorga una retribución por ello. Se han de dividir las cláusulas de un contrato de trabajo en dos modalidades; las cláusulas obligatorias y las adicionales.

Cláusulas obligatorias

Las cláusulas obligatorias de un contrato de trabajo son las cláusulas relativas a la identidad de las partes firmantes del contrato, la fecha en la que da inicio la referida relación laboral, la categoría laboral así como el grupo profesional del puesto incluyéndose una breve descripción sobre las funciones realizadas, el convenio colectivo que resulta de aplicación, todas las cuestiones referidas a la jornada laboral, el salario a percibir, las vacaciones, el tiempo de preaviso para extinguir la relación laboral así como la firma de ambas partes. Dichas cláusulas han de venir incorporadas de forma obligatoria al contrato de trabajo.

Cláusulas adicionales

Por otro lado, las cláusulas adicionales son aquellas que añaden información extra al contrato, regulando aspectos concretos de la relación entre las partes. Si bien, en base a la libertad contractual estas pueden ser de múltiples tipos, las más frecuentes en las relaciones laborales son las relativas al periodo de prueba, a las horas extraordinarias, al prorrateo de las pagas extraordinarias o a las retribuciones por cumplimiento de objetivos.

Otro ejemplo de este tipo de cláusulas adicionales que suelen incluirse en el contrato son aquellas relativas a la confidencialidad o a la no competencia, en virtud de las cuales un empleado no puede compartir información confidencial de la empresa debiendo el mismo asumir medidas razonables que eviten la difusión de datos de forma inadvertida. Respecto a las cláusulas de no competencia estas prohíben que el empleado asuma una posición de competitividad frente a su empleador.

En el ámbito laboral, el marco legal existente limita la autonomía de la voluntad de las partes en la negociación de los términos contractuales protegiendo los derechos de los trabajadores. Por ello, si una cláusula de un contrato de trabajo contraviene una norma imperativa o de orden público deviene nula de pleno derecho y no produce efectos jurídicos desde el mismo momento de su celebración. Dicha cláusula no podrá ser aplicada por las partes ni invocada ante los tribunales debiéndose restituir las cosas al estado anterior a la firma del contrato en la medida de lo posible.

La importancia de las cláusulas de contrato

importancia de las cláusulas de contrato

Por tanto, comprender en qué consisten las cláusulas de un contrato resulta fundamental para comprender los derechos y las obligaciones de las partes. Un contrato bien redactado, con cláusulas claras, precisas y completas, es una herramienta indispensable para prevenir conflictos y garantizar el cumplimiento de las obligaciones adquiridas. Las cláusulas reflejan en este sentido la voluntad de las partes y el compromiso que asumen entre sí. Por ello, es fundamental que su redacción sea transparente, comprensible y acorde a las necesidades específicas de cada acuerdo.

En definitiva, las cláusulas de un contrato son elementos esenciales para alcanzar acuerdos sólidos, duraderos y confiables. Al comprender su función, alcance y tipos, las partes involucradas pueden construir relaciones contractualesbasadas en la claridad, la confianza y el respeto mutuo.

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