En los últimos años, la transparencia corporativa y la sostenibilidad se han convertido en pilares fundamentales para la gestión empresarial. El Estado de Información No Financiera (EINF) surge como un instrumento clave para que las organizaciones informen sobre el impacto de su actividad en el entorno social, ambiental y ético.
Su obligatoriedad, establecida por la legislación española en cumplimiento de las directrices europeas, refleja un cambio de paradigma, en el que ya no basta con rendir cuentas sobre los resultados económicos, sino que también es necesario demostrar cómo se generan esos resultados y cuál es su efecto en la sociedad.
En Grupo Adaptalia te damos esta guía práctica y actualizada sobre qué es el EINF, quiénes están obligados a presentarlo, qué debe incluir y por qué su correcta elaboración es hoy un factor diferencial en términos de cumplimiento, reputación y sostenibilidad.
¿Qué es el EINF y quién debe presentarlo?
El Estado de Información No Financiera (EINF), también conocido como CINF, es un documento que determinadas empresas están obligadas a elaborar con el fin de informar sobre su desempeño en aspectos no financieros como medioambiente, cuestiones sociales, laborales, de respeto a los derechos humanos, lucha contra la corrupción y fiscalidad.
A través de este informe, las organizaciones rinden cuentas sobre el impacto que generan en la sociedad y en el entorno donde operan.
La obligación de elaborar el EINF está regulada por Ley 11/2018, de 28 de diciembre, que traspone al ordenamiento jurídico español la Directiva 2014/95/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre divulgación de información no financiera y sobre diversidad por parte de determinadas grandes empresas y grupos.
Esta última norma supuso una modificación sustancial del Código de Comercio, la Ley de Sociedades de Capital y la Ley de Auditoría de Cuentas, incorporando expresamente la obligación de incluir información no financiera en el informe de gestión o en un documento separado.
Según la normativa española, las sociedades que están obligadas a presentar el EINF son las siguientes:
- Sean consideradas entidades de interés público.
- Cumplan, durante dos ejercicios consecutivos, al menos dos de los siguientes tres requisitos:
- Que el total del activo supere los 20 millones de euros.
- Que la cifra neta de negocios sea superior a 40 millones de euros.
- Que el número medio de empleados sea superior a 250.
Las sociedades que formen parte de un grupo empresarial también están obligadas si dicho grupo cumple con los requisitos anteriores de forma consolidada.
En el caso de sociedades dependientes, pueden quedar exentas si están incluidas en un informe consolidado presentado por la sociedad dominante, siempre que este cumpla con lo establecido en la normativa.
El EINF es obligatorio para muchas empresas
Contenido mínimo del EINF
La Ley 11/2018 establece que el Estado de Información No Financiera debe contener, al menos, información relativa a:
Cuestiones medioambientales: descripción de las políticas aplicadas por la empresa en materia de sostenibilidad ambiental, los resultados obtenidos y los principales riesgos relacionados, así como indicadores sobre emisiones de gases de efecto invernadero, consumo energético, uso de agua, contaminación y gestión de residuos.
Cuestiones sociales y relativas al personal: información sobre las condiciones laborales, salud y seguridad en el trabajo, organización del trabajo, igualdad entre mujeres y hombres, medidas de inclusión, formación del personal, políticas de conciliación y diálogo con los representantes de los trabajadores.
Derechos humanos: medidas adoptadas para prevenir riesgos y garantizar su respeto dentro de la empresa y a lo largo de su cadena de valor.
Lucha contra la corrupción y soborno: políticas y mecanismos de control para prevenir y detectar conductas ilícitas dentro de la organización como el fraude y blanqueo de capitales, así como las aportaciones hechas a entidades dedicadas a erradicarlos.
Procedimientos de diligencia debida: debe incluirse información sobre los mecanismos que la empresa aplica para identificar, evaluar y gestionar riesgos significativos, tanto en sus propias operaciones como en las actividades de sus proveedores y entidades subcontratadas.
Elaboración y presentación del EINF
El informe debe elaborarse sobre la base de un análisis de materialidad, es decir, identificando los asuntos que son relevantes tanto para la actividad de la empresa como para sus grupos de interés.
Debe incluir información clara, equilibrada, comprensible y verificable.
En su preámbulo, la Ley 11/2018 señala que, al divulgar esta información, las empresas deben apoyarse en marcos de referencia establecidos a nivel nacional y de la Unión Europea, como el Sistema Comunitario de Gestión y Auditoría Medioambientales (EMAS), así como en marcos internacionales reconocidos, entre ellos el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París sobre cambio climático.
Tal como hemos referido con anterioridad, el EINF puede integrarse dentro del informe de gestión o bien elaborarse como documento separado. En cualquier caso, debe aprobarse por el órgano de administración, estar firmado por quienes corresponda, someterse a verificación externa por parte de un proveedor independiente y ser depositado ante el Registro Mercantil u otra oficina pública junto con las cuentas anuales.
¿Por qué son importantes los EINF para las empresas?
La elaboración y presentación del EINF reviste especial importancia por diversas razones:
Fortalece la transparencia y la credibilidad: permite a las empresas mostrar, de forma estructurada, su compromiso con una gestión responsable, consolidando así la confianza de inversores, clientes, empleados y otros actores clave.
Mejora la gestión de riesgos: facilita la identificación y control de riesgos no financieros que pueden impactar significativamente en la reputación y sostenibilidad del negocio.
Aporta ventajas competitivas: las organizaciones que integran criterios ambientales, sociales y de buen gobierno en su estrategia pueden posicionarse mejor ante consumidores y socios estratégicos que valoran estos compromisos.
Normativa sobre responsabilidad social y sostenibilidad
De acuerdo con lo dispuesto por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, las guías, estándares e instrumentos normativos, nacionales e internacionales, más extendidos para medir e informar sobre el desempeño de las empresas y otras organizaciones en materia de responsabilidad social y sostenibilidad son:
- Principios Pacto Mundial de Naciones Unidas
- Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales
- Declaración Tripartita de la OIT
- Principios Rectores de NNUU sobre empresas y Derechos Humanos
- Global Reporting Initiative (GRI)
- Integrated Reporting (IR) (Informe integrado)
- AA1000 Accountability
- SGE 21 Forética
- ISO 26000:2010 (Responsabilidad Social)
- ISO 9001:2015 (Gestión de Calidad)
- ISO14001:2015 (Gestión Medioambiental)
- Registro EMAS
- SA 8000:2014 (Social Accountability)
- IQNet SR10
La elaboración del Estado de Información No Financiera no solo responde a una exigencia legal, sino que representa una oportunidad estratégica para las empresas.
Informar de manera clara, verificable y coherente sobre los aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno que definen su actividad permite fortalecer la transparencia, generar confianza en los grupos de interés y anticipar riesgos no financieros que podrían afectar la sostenibilidad del negocio.
Además, en un entorno normativo en evolución constante y con mayor exigencia por parte de inversores, consumidores y administraciones, el EINF se consolida como una herramienta clave de gestión responsable.
Cumplir adecuadamente con la Ley 11/2018 y su marco normativo asociado no solo garantiza la observancia de las obligaciones por éstas impuestas, sino que refuerza el posicionamiento reputacional de la organización y su compromiso con una economía más justa, inclusiva y sostenible.
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